El PAI se fabrica artesanalmente en Turín, Italia, y cuenta con una tecnología sencilla y económica, pero eficaz.
Cada PAI está equipado con su propio sistema de refrigeración que congela directamente la cámara donde se alojan los contenedores, evitando así la necesidad de congelar y mantener congelada una enorme masa de acero y glicol.
Como resultado, se obtienen características únicas, enumeradas más abajo, de las que destacamos las dos fundamentales para la buena conservación del helado: posibilidad de ajustar la temperatura para cada sabor y mantener la temperatura deseada constantemente sin oscilaciones. Estas dos características permiten mantener secos y perfectamente espatulables los helados de cualquier sabor, incluso los de bajo contenido de azúcar o alcohol.