Hoy es posible abrir una heladería artesanal o ampliar la propia gama de productos con el helado de palo, un producto auténticamente artesanal.
¿Estás pensando en abrir una heladería? ¿O tienes un bar, un restaurante, un quiosco o una panadería y estás buscando una idea para ofrecer algo irresistible a tus clientes?
Entre las muchas ventajas de hacer de la producción de helado de palo artesanal tu profesión, encontramos principalmente la inversión contenida, la distribución veloz y la introducción en el mercado de grandes números. Además, gracias a la tecnología patentada de la CCF, el proceso de producción es muy sencillo y programable, sin derroche y con bajos consumos..
El helado artesanal se produce directamente en la heladería o en el laboratorio del negocio, ofreciendo a la clientela un helado genuino y original, sin colorantes ni conservantes. A partir de pocos y sanos ingredientes se pueden crear infinitas decoraciones para sorprender a la clientela, el helado es práctico para el transporte y queda blando por mucho tiempo.
En los últimos años, el negocio del helado evidencia un crecimiento constante, pero no basta con abrir una simple heladería: hay que adaptarse a las nuevas exigencias del mercado. Los consumidores prestan mucha atención a la calidad de los productos que el mercado les ofrece, y son cada vez más propensos a elegir productos genuinos y de calidad; al mismo tiempo, buscan algo apetecible que satisfaga también la vista.
La CCF, fundada en 1985, es una empresa especializada en la fabricación de equipos para la producción, conservación y exposición de helados de palo artesanales. Al cabo de muchos años de experiencia, en 2004 la CCF decide realizar la primera máquina automática para la producción de helados de palo: La Ghiacciola.
La misión de la familia CCF continúa realizando un sistema de equipos específicos para la producción de helado de palo artesanal.
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